Trump reconquista el poder empleando una retórica de justicia social populista que lleva a algunos a pensar que detendría a las corporaciones abusivas, quienes han socavado la soberanía de los estados y la voluntad popular, pero en realidad durante su primera administración reforzó el poder tanto económico como político de corporaciones y oligarcas cercanos a él, manteniendo intactas las estructuras que perpetúan la desigualdad y la explotación en su país, las relaciones asimétricas con sus socios comerciales, acoso militar a sus rivales y la depredación del medio ambiente.